Más allá de las palabras de moda: Tejiendo un tapiz digital sostenible con transparencia y conocimiento compartido


Rafael A. Lara Campos
Director de la Escuela de Ingeniería Informática de la UCAB – Caracas

La transformación digital va más allá de los discursos con el encanto efímero de palabras rimbombantes y de los folletos relucientes de marketing. No se trata simplemente de migraciones a la nube y aplicaciones de vanguardia. En su lugar, la transformación digital es una narrativa que gira en torno a individuos como María, una madre soltera que se esfuerza por mejorar sus habilidades de análisis de datos a través de hojas de cálculo y foros en línea. Abarca equipos de trabajo dentro de un almacén, que desarrollan un chatbot para atender las consultas de otros trabajadores, proveedores y clientes y poder así dedicar un espacio mental para la innovación estratégica. Se extiende a negocios locales, como la panadería de la esquina, que aprovecha Instagram Live para captar clientes y entregar a domicilio sus productos.

El poder del progreso colectivo

Sin embargo, la transformación digital no es solo una colección de logros individuales: se trata de entrelazar dichos logros en un tapiz colectivo de transparencia, conocimiento democratizado y sostenibilidad. Imaginemos un mundo en el que cursos, ya sean presenciales o en línea, pero con recursos de aprendizaje bien producidos, que sean económicamente accesibles, permitan a María mejorar sus conocimientos y habilidades. Un mundo en el que las plataformas de código abierto y el aprendizaje entre iguales le permiten compartir sus ideas sobre el análisis de datos, cultivando una base de conocimientos accesible a todos. A su vez, con esta nueva transparencia, por ejemplo, la panadería podría publicar sus prácticas de abastecimiento y los datos de impacto ambiental de sus procesos de horneado en su sitio web, lo que permite a sus clientes elegir con conocimiento de causa y en consonancia con sus valores.

Democratización del conocimiento y colaboración

La democratización del conocimiento se convierte en el motor de esta transformación. Las empresas pasan de acaparar datos y conocimientos a adoptar principios de acceso abierto, facilitando el intercambio de mejores prácticas y fomentando la colaboración. Esta transparencia genera confianza y permite a los clientes apoyar a las empresas que están alineadas con sus valores. Pero esta transformación no se limita solo a las empresas, se trata de un proceso que debe salir de la frontera organizacional y permear en todos los niveles de la sociedad. Debe convertirse en un fenómeno social en el que amas de casas, panaderos, equipos de trabajo, instituciones de educación, y en general, toda la sociedad pueda beneficiarse de ella.

La importancia de sistemas de información centrados en las necesidades humanas

En este proceso de transformación digital, es fundamental tener sistemas de información diseñados y desarrollados de manera cercana a los usuarios, centrándose en sus necesidades como personas. Los sistemas de información deben ser intuitivos, accesibles y fáciles de usar, de manera que cualquiera pueda aprovechar sus beneficios. Si bien tradicionalmente se tiene la idea de que los sistemas de información están confinados a los entornos empresariales, parte del concepto de transformación digital consiste en hacer que estos límites sean cada vez más difusos. Implica la necesidad de cambio, que trascienda en todos los aspectos de la sociedad, democratizando el acceso a sistemas de información que ayuden a las personas a realizar cualquier tarea, en cualquier lugar y en todos los ámbitos de sus vidas.

El impacto en la educación y el empleo

Uno de los ámbitos clave donde la transformación digital puede tener un impacto significativo es en la educación y el empleo. Las tecnologías digitales pueden abrir nuevas oportunidades de aprendizaje, permitiendo a las personas acceder a recursos educativos en línea, participar en cursos en colaboración y adquirir habilidades demandadas en el mercado laboral.

La transformación digital ha desencadenado algunos cambios en el mundo del trabajo, con la automatización de tareas repetitivas y la creación de empleos basados en el conocimiento y la creatividad. Sin embargo, para que esto sea realmente masivo, es necesario fomentar la alfabetización digital y garantizar una transición justa para aquellos que puedan ser afectados por la automatización. Se hace crucial que las personas desarrollen más y mejores competencias digitales que le permitan ser conscientes del potencial que tiene el uso de la tecnología en su cotidianidad, al mismo tiempo que le permitan protegerse de los riesgos que su interacción con el mundo digital implica.

Es decir, no es posible ignorar la importancia de la equidad y el acceso para todos. A medida que avanzamos hacia una sociedad cada vez más digital, es fundamental garantizar que nadie se quede atrás. Esto implica abordar la brecha digital, que puede surgir debido a la falta de acceso a Internet, dispositivos tecnológicos o habilidades digitales. Las políticas y programas de gobierno deben enfocarse en cerrar esta brecha y asegurarse de que las oportunidades y beneficios de la transformación digital estén disponibles para todos, independientemente de su ubicación geográfica, nivel socioeconómico o capacidades individuales.

Hacia un futuro centrado en las personas

En resumen, la transformación digital no es solo una cuestión de tecnología, es una oportunidad para construir un futuro centrado en las personas, con transparencia, conocimiento compartido y sostenibilidad. Es hora de dejar de enfocarnos en las palabras de moda y logros superficiales y centrarnos en los héroes anónimos, como María aprendiendo a usar hojas de cálculo y mejorando sus habilidades sobre análisis de datos, o el panadero que agrega valor a sus productos al crear historias sobre su origen, al tiempo que llega a un mayor público a través de las redes sociales, alcanzando mayor prosperidad, o el equipo del almacén, expresando sus ideas y opiniones, al tiempo que pueden dedicar sus esfuerzos en tareas con un mayor reto intelectual.

Necesitamos aprovechar el poder de la tecnología para empoderar a las personas, fomentar la colaboración y abordar los desafíos sociales y ambientales. Al priorizar las necesidades humanas, podemos transformar la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. Debemos adoptar principios de transparencia, democratizar el conocimiento y dar prioridad a las historias humanas, para lograr un cambio significativo.  Si tomamos decisiones conscientes y guiadas por valores éticos, podemos tejer un tapiz digital que nos enriquezca a todos y nos lleve hacia un futuro más inclusivo y sostenible. Demos forma a un futuro que celebre la esencia de la transformación digital: la transformación de nosotros mismos.

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